
El Conde Drácula (su primer nombre nunca se revela) es el personaje titular y el antagonista principal de Drácula, la novela de terror gótica de Bram Stoker de 1897. Se le describe en la novela como el origen de las leyendas de hombres-lobo. [1] Se cree que algunos aspectos del personaje se inspiraron en el príncipe Vlad Țepeș de Valaquia del siglo XV, también conocido como Drácula.
Drácula era un conde nacido en Transilvania que se dedicaba a atraer personas a su castillo y así morderlas para convertirlas en vampiros. Tenía una relación condescendiente y amable con sus víctimas, para así ganar su confianza y convertirlos. Tenía una estrecha relación con Renfield, los gitanos y Jonathan, hasta un determinado punto.
Estaba interesado tanto en la cultura inglesa, como también en el idioma; ya que no quería que en Londres lo trataran como extranjero. La casa que había comprado allí, tenía una vieja capilla y estaba cercana a un manicomio.
- “Tenía la nariz aguileña, el pelo rato en las sienes y abundante en el resto de la cabeza [...] La boca firme, con una mueca cruel, con dientes afilados y blancos.” (pag. 35)
Vivía dentro de un ataúd, en la capilla de su castillo; donde la luz no ingresaba. Esto era porque sus poderes cesaban en las primeras horas del día, con la llegada del sol. Entre sus poderes figuraban: la posibilidad de convertirse en murciélago, transformarse en lobo, viajar en la niebla que el mismo originaba, surgir de los rayos de la luna en forma de diminutas motas de polvo. Aunque debía obedecer ciertas leyes que limitaban sus poderes; por ejemplo, no podía entrar a ningún sitio a menos que fuera invitado por alguien. Otra limitación era que el ajo anulaba su poder, al igual que los objetos sagrados; como un crucifijo o una hostia. Si una bala bendecida lo atravesaba mientras dormía, lo convertía en muerto verdadero. Si le clavaban una estaca en el corazón, ésta le devolvía la paz a su alma; y si su cabeza era cortada, conseguía el descanso eterno.
Drácula es descrito y visto por los demás personajes, y no por un solo tipo textual. El personaje de Drácula es descrito por primera vez por los habitantes de pueblos anteriores a Transilvania. Ellos, al escuchar el nombre de Drácula, se santiguaban; y nerviosos se preguntaban si era necesario ir al castillo del conde. Además, advertían sobre la víspera de San Jorge, y le ofrecían un crucifijo…”Tiene que ir? ¿Es necesario que vaya, oh joven herr?”…”En la víspera de San Jorge los seres malignos serán vagos en libertad por el mundo…” “…la señora me ofreció un crucifijo.” (pág. 26 y 27)
Luego, cuando Jonathan Harker arriba a Transilvania, más precisamente al castillo del conde; se encuentra con un hombre muy cortés y caballero, con una mano helada como la de un muerto, un aliento fétido, y los labios de un color rojo fuerte. También tenía una nariz aguileña y un pelo ralo en las sienes, aunque abundante en el resto de la cabeza, “,.,tenía una nariz aguileña, el pelo ralo en las sienes y abundante en el resto de la cabeza; la frente ancha, algo abombada. Cejas espesas, una boca firme, con dientes afilados y blancos y unos labios cuyo notable color rojo denotaba una vitalidad increíble para sus años. Su piel era muy pálida.”
Después, la nueva víctima de Drácula es Lucy Westenra; la mejor amiga de Mina Murray, la esposa de Jonathan Harker. Ella comienza a tener síntomas de sonambulismo y empieza a perder sangre. Finalmente muere, debido a la gran cantidad de sangre perdida. Al morir, Lucy Westenra deja una nota en la que describe las diferentes formas que podía adoptar Drácula.
“Volvieron a oírse los aleteos contra los cristales. Ella se asustó mucho al ver al murciélago. Un rato después, se volvió a oír el aullido cercano, y enseguida hubo un terrible estrépito y mil cristales rotos en la habitación. Por el boquete dejado en la ventana, asomó la cabeza de un lobo gris.”
Posteriormente, Mina y Jonathan van a pasear por Picadilly y allí se encuentran a Drácula. Mina lo describe luego, durante la vuelta en tren a Exeter. Ella lo ve como un hombre alto y flaco, de bigote negro, pendiente de una hermosa joven. “Miraba a un hombre alto y flaco, de bigote negro, nariz ganchuda y barba en punta; que a su vez estaba pendiente de una hermosa joven. Dicho individuo, tenía facciones sensuales y a la vez crueles, duras, con unos grandes dientes blancos que contrastaban con sus labios muy rojos. ¡Eran los dientes de un animal, por Dios!”
El último en describir al conde es el doctor Van Helsing. Él es el último en ir al castillo de Drácula. Allí él ve su cajón y describe cómo era su tumba. “La sepultura estaba vacía y dejé en ella fragmentos de hostia: Drácula estaba desterrado de su propio hogar.”
Uno de los personajes que describe al conde es el loco llamado Renfield, paciente en el manicomio del doctor Seward. Él menciona a Drácula como un dios, alguien superior que lo acompaña mientras camina.